lunes, 13 de octubre de 2014

“Higiene aplicada a la Educación física”

Higiene Aplicada a la Educación Física

Es el conjunto de conocimientos y técnicas que deben aplicar los individuos para el control de los factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos sobre su salud. La higiene personal es el concepto básico del aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo.
La higiene es una parte de la medicina que se preocupa por aspectos tanto personales como ambientales que afectan a la salud.
La higiene se refiere al aseo y la limpieza de las personas, las viviendas y los hogares públicos, pero en un sentido más amplio también incluye un extenso conjunto de prácticas, muchas de ellas promovidas y reguladas por las autoridades con el objetivo de conservar la salud.
Para conseguir una vida sana es necesario realizar ejercicios corporales, hábitos alimenticios y mantener una higiene tanto física como mental.
Este trabajo se enfocará y hablará sobre la importancia que tiene la higiene en nuestra vida, ya que sobre ella cae el peso de muchas consecuencias tanto positivas como negativas.

Objetivos
Sus objetivos son mejorar la salud, conservarla y prevenir las enfermedades o infecciones.

Tipos de Higiene
En la actualidad la higiene se puede clasificar de varias maneras, las principales son: pública y privada. De la aplicación de la higiene privada se encarga el individuo y entre sus principales objetivos destacan el aseo corporal y la limpieza del entorno. La higiene pública, por otra parte, es aquella en cuya aplicación interviene la autoridad que adopta medidas colectivas para el saneamiento de comunidades, como la obtención de agua potable o la construcción de redes de alcantarillado, prescribe reglas profilácticas y organiza campañas sanitarias preventivas como los programas masivos de vacunación que representan una pieza clave en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Además de estos dos grupos, se pueden clasificar los tipos de higiene atendiendo al fin que tienen cada uno de ellos como puede ser: higiene deportiva, higiene corporal.
En la actualidad la higiene se puede clasificar de varias maneras, las principales son: pública y privada. De la aplicación de la higiene privada se encarga el individuo y entre sus principales objetivos destacan el aseo corporal y la limpieza del entorno. La higiene pública, por otra parte, es aquella en cuya aplicación interviene la autoridad que adopta medidas colectivas para el saneamiento de comunidades, como la obtención de agua potable o la construcción de redes de alcantarillado, prescribe reglas profilácticas y organiza campañas sanitarias preventivas como los programas masivos de vacunación que representan una pieza clave en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Además de estos dos grupos, se pueden clasificar los tipos de higiene atendiendo al fin que tienen cada uno de ellos como puede ser: higiene deportiva, higiene corporal.

La higiene deportiva significa mantener una serie de hábitos que ayudan a obtener el máximo rendimiento con el ejercicio físico y a realizarlo con la máxima garantía, y dentro de ella un hueco imprescindible tiene la higiene corporalDentro de esta serie de hábitos podemos distinguir tres etapas a tener en cuenta:
- Condiciones previas al ejercicio: el correcto punto de partida para llevar a cabo cualquier ejercicio físico es una revisión médica, que nos ayudará a detectar cualquier posible anomalía de nuestro organismo.
- Nunca haremos coincidir la práctica del ejercicio con la digestión de la comida y siempre se realizará un calentamiento previo, suave y progresivo.
- Condiciones durante el ejercicio: utilizaremos material apropiado a la actividad y la práctica del ejercicio se hará con la intensidad adecuada al nivel de condición física, bebiendo líquido durante todo el esfuerzo.
- Condiciones posteriores al ejercicio: el ejercicio se acabará con unos minutos de actividad física suave para acelerar la recuperación, una hidratación correcta (bebiendo pequeñas, pero frecuentes cantidades) y la higiene corporal correspondiente.

“Gasto Energético”



GASTO ENERGETICO

El gasto energético puede medirse por medio de calorimetría directa e indirecta. La calorimetría directa es un procedimiento de laboratorio que requiere la actividad de una persona dentro de una cámara aislada construida especialmente para ello en donde por los muros de la misma fluye agua, la que se calienta a causa del calor que desprende el atleta evaluado, pudiéndose calcular la producción de calor a partir del volumen de agua que fluye a través de la cámara por minuto y de la variación de temperatura del agua desde que ingresa a la cámara, hasta que sale de esta. Por ejemplo: un atleta puede realizar el ejercicio de subir y bajar de un banco de 20 cm. a un ritmo de 30 pasos/min. El agua fluye a través de los muros s una velocidad de 20 litros/min. y la variación de la temperatura del agua desde que ingresa hasta que sale de la cámara es de 0.5 °C. Si se necesita de 1 kilocaloría (kcal) para elevar la temperatura de 1 litro de agua (lt) en 1 grado centígrado (°C), podrá obtenerse el gasto energético aproximado de la siguiente forma:
20 lt.   x   1 kcal.  x   0.5 °C  =   10 kcalmin           °C                               min
Hay que acotar que el atleta pierde calor adicional por los procesos respiratorio y de evaporación de agua a través de la superficie de piel corporal, por lo que esta puede medirse desde métodos diferenciados y sumarse a la obtenida por el agua para calcular la proporción de energía que ha producido el atleta para esa tarea específica.
La calorimetría indirecta calcula la producción de energía midiendo el consumo de oxígeno. Esta técnica se basa en ciertas constantes para transformar los litros de oxígeno consumidos en kilocalorías gastadas. Las constantes se derivan de las mediciones efectuadas en una bomba calorimétrica en la que se coloca grasas, hidratos de carbono y proteínas bajo una presión de oxígeno del 100%. La cámara se sumerge en un baño de agua y los alimentos se oxidan en dióxido de carbono (CO2) o agua (H2O) al darle ignición por medio de una chispa eléctrica. El calor que se desprende de esta combustión calienta el agua determinando que gasto energético se ha generado.
Ha sido probado que los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas desprenden cerca de 4.9, 5.6 y 4 kcal., respectivamente. Debido a que el nitrógeno de las proteínas no puede oxidarse por completo y es excretado en forma de orina, el valor fisiológico de las proteínas es más bajo que los anteriores. Sabiendo cuántos litros de oxígeno hacen falta para oxidar hidratos de carbono, grasas y proteínas se puede calcular la cantidad de kilocalorías que se obtienen al utilizar 1 litro de oxígeno. A esto se le denomina equivalente calórico del oxígeno (ECO2).
En el siguiente cuadro se observan valores asociados a la oxidación para hidratos de carbono, grasas y proteínas respectivamente.
Medición
Hidratos Carbono
Grasas
Proteínas
ECO2 (kcal/lt)
5.0
4.7
4.5
Densidad Calórica (kcal/gr)
4.0
9.0
4.0
Cociente Respiratorio (CR)
1.0
0.7
0.8

Se observa que los hidratos de carbono dan más “energía por litro de oxígeno” metabolizado que las grasas (5.0 contra 4.7 kcal/lt), mientras que las grasas dan más “energía por gramo de substrato” que los hidratos de carbono (9.0 contra 4.0 kcal/gr).
El cociente respiratorio (CR) es la relación entre la producción de dióxido de carbono (CO2) y el consumo de oxígeno (VO2) en la célula. Debido a que las mediciones se realizan en la boca y no en el tejido, esta relación se llama “relación de intercambio respiratorio (R)”. Este valor es una medida importante que nos da el tipo de combustible que se está utilizando durante el ejercicio.
CR  =  R  =  VCO2
VO2
La capacidad de la relación de intercambio respiratorio para dar una información adecuada sobre el metabolismo de las grasas y los hidratos de carbono durante el ejercicio se debe a las siguientes observaciones sobre el metabolismo de las grasas y la glucosa.
Cuando R = 1.0, el 100% de la energía se deriva de los hidratos de carbono y el 0% de las grasas; cuando R = 0.7, el 100% de la energía proviene de las grasas y el 0% de los hidratos de carbono. R = 0.85 para el caso de 50% de la energía proveniente de las grasas y 50% de los hidratos de carbono. Estas mediciones son para el atleta en estado de reposo, ya que de otra forma estaremos sobreestimando el valor de R.
Suponiendo que una persona utiliza una mezcla energética compuesta el 50% de hidratos de carbono y 50% de grasas durante un ejercicio, el equivalente calórico es de 4.86 kilocalorías por litro de oxígeno.
Este valor obtenido de 4.86 kcal/ltO2 es el punto de partida para determinar más adelante y desde una óptica biomecánica, el “equivalente calórico mecánico” como herramienta de campo para obtener, con un error relativo bajo, el consumo calórico relacionado con el trabajo mecánico desarrollado en una determinada actividad física.
La calorimetría indirecta emplea dos técnicas para medir el consumo de oxígeno, siendo las dos pruebas de laboratorio: espirometría de circuito abierto y espirometría de circuito cerrado. En la técnica de circuito cerrado, el sujeto respira oxígeno al 100% de un espirómetro; el aire espirado pasa a través de una sustancia química que absorbe el dióxido de carbono. La disminución del volumen de oxígeno contenido en el espirómetro es la medida de consumo de oxígeno. Al ser absorbido el dióxido de carbono, no se puede calcular el cociente respiratorio, así que se utiliza un equivalente calórico de 4.82 kcal/lt para indicar que se usa una mezcla de hidratos de carbono, grasas y proteínas. Esta técnica se utiliza de forma generalizada para medir el ritmo metabólico basal.
El método de circuito cerrado para medir el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono es la técnica de calorimetría indirecta más común. En este procedimiento se calcula el consumo de oxígeno restando el volumen de oxígeno espirado del volumen de oxígeno inspirado. La diferencia se toma como admisión o consumo de oxígeno. La producción de dióxido de carbono se calcula bajo el mismo procedimiento. Esto hace posible el cálculo de la relación de intercambio respiratorio (R), pudiendo así encontrar qué substrato (grasa o hidrato de carbono) ha proporcionado más energía durante la actividad física, así como qué valor debe utilizarse para el equivalente calórico del oxígeno en el cálculo del gasto energético (5.0 kcal/lt para hidratos de carbono y 4.7 kcal/lt para las grasas).
En el cuadro siguiente se demuestra la relación entre R, Energía y % de kcal de los hidratos de carbono y las grasas
Cociente Respiratorio
Energía
% kilocalorías

CO2 / O2
kcal/ltO2

HC

G

0.71
0.75
0.80
0.85
0.90
0.95
1.00
4.69
4.74
4.80
4.86
4.92
4.99
5.05

0

15.6
33.4
50.7
67.5
84.0
100.0

100.0

84.4
66.6
49.3
32.5
16.0
0

“Relación del proceso metabólico y la actividad física”

Relación entre el proceso metabólico y la actividad física

Metabolismo

El metabolismo es el conjunto de reacciones bioquímicas y procesos físico-químicos que ocurren en una célula y en el organismo. Éstos complejos procesos interrelacionados son la base de la vida a escala molecular, y permiten las diversas actividades de las células: crecer, reproducirse, mantener sus estructuras, responder a estímulos, etc. 

El metabolismo se divide en dos procesos conjugados: catabolismo y anabolismo. Las relaciones catabolicas liberan energía; un ejemplo es la glucosis, un proceso de degradación de compuestos como la glucosa, cuya reacción resulta en la liberación de la energía retenida en sus enlaces químicos. Las relaciones anabolicas, en cambio, utilizan esta energía liberada para recomponer enlaces químicos y construir componentes de las células como lo son las proteínas y los ácidos nucleicos. El catabolismo y el anabolismo son procesos acoplados que hacen al metabolismo en conjunto, puesto que cada uno depende del otro. 
Actividad Física
La actividad física se refiere a la totalidad de la energía que se gasta al moverse. Las mejores actividades físicas son las actividades cotidianas, en las que hay que mover el cuerpo, como andar, montar en bicicleta, subir escaleras, hacer las tareas del hogar, ir a la compra, y la mayoría de ellas forman parte inherente de nuestra rutina. Por el contrario, el ejercicio es un esfuerzo planificado e intencionado, al menos en parte, para mejorar la forma física y la salud. Puede incluir actividades como andar a paso ligero, la bicicleta, el aeróbic y quizás algunas aficiones activas como la jardinería y los deportes competitivos.

La forma física es principalmente el resultado que obtenemos, según nuestros niveles de actividad física, aunque también son importantes los factores genéticos, gracias a los cuales algunas personas tienen una capacidad natural y un físico adecuado para destacar en algunas actividades. Esto es más perceptible en los deportes de competición, como las carreras de fondo o el levantamiento de pesas, donde los mejores participantes suelen ser los que tienen una predisposición genética. Aún así, es importante recordar que las pruebas de las que se dispone hasta la fecha demuestran que lo que puede ayudarnos a gozar de una buena salud (más que ningún componente hereditario de buena forma) es realizar con regularidad actividades físicas. Esto significa que todos, seamos atléticos o no por naturaleza, podemos beneficiarnos si aumentamos nuestra actividad física.

Los cambios metabólicos tienen su base en reacciones bioquímicas de los seres vivos que permiten el intercambio de materia y energía con el exterior. Practicar deporte es un ejemplo de ello, ya que provoca variaciones en el metabolismo que favorecen el sistema cardiovascular y protegen de enfermedades como la diabetes. Desde el punto de vista químico, el ejercicio propicia cambios en el organismo, como producir ciertas sustancias, reducir la cantidad de otras o motivar la activación de determinados reguladores. 


La actividad física puede ayudar a:
  • Quemar calorías y reducir la grasa corporal
  • Reducir el apetito
  • Mantener y controlar el peso


Si el propósito es bajar de peso, la actividad física funciona mejor cuando también se reduce la ingesta de calorías.
La cantidad de calorías quemadas depende de
  • La cantidad de tiempo que se invierta en la actividad física . Por ejemplo, caminando durante 45 minutos se quemarán más calorías que caminando durante 20 minutos.
  • El peso corporal: Por ejemplo, una persona que pesa 250 libras (117 kg) gastará más energía caminando durante 30 minutos que una persona que pese 185 libras (87 kg).
  • Ritmo: Por ejemplo, caminando a 5 km (3 millas) por hora se queman más calorías que caminando a 2.5 km (1.5 millas) por hora.

Tasa metabólica basal

La tasa metabólica basal (BMR) es el número de calorías que utiliza el cuerpo cuando está en reposo y representa la mayor cantidad de consumo de calorías de una persona. La tasa metabólica basal de un individuo depende de las funciones del organismo como respiración, digestión, ritmo cardíaco y función cerebral. La edad, el sexo, el peso y el tipo de actividad física afectan la tasa metabólica basal, la cual aumenta según la cantidad de tejido muscular del individuo y se reduce con la edad.
La actividad física aumenta el consumo de calorías y la tasa metabólica basal, la cual puede permanecer elevada después de 30 minutos de una actividad física moderada. Para muchas personas, la tasa metabólica basal puede aumentar un 10% durante 48 horas después de la actividad física. Esto quiere decir, por ejemplo, que incluso después de realizar una actividad física, cuando la persona se encuentra en estado sedentario y viendo televisión, el cuerpo está usando más calorías de lo habitual.